“The Row es el epítome de la elegancia discreta y atemporal, hace que los básicos de un armario sencillo parezcan lujosos y únicos”. – Libby Page, Market Director de Net-a-Porter.
Ya han pasado 18 años desde que las entonces adolescentes Ashley y Mary-Kate Olsen consiguiesen colarse en la élite de la moda de lujo, dominada por Chanel, Hermès o Louis Vuitton, con su marca The Row. Entonces parecía imposible que una marca emergente fundada por las famosas hermanas pudiera posicionarse a este nivel, pero, casi dos décadas más tarde, se encuentra en el top de mejores marcas de lujo.
The Row produce en Estados Unidos y se dirige a mujeres de todas las edades, destaca por sus suntuosos básicos, perfectos acabados, sus materiales de excelente calidad y el uso diario de sus prendas. Las Olsen querían crear una marca de moda de lujo en la que lo importante no fueran ellas, sino la ropa. Si buscas, no encontrarás su nombre ni sus caras en ninguna campaña de la firma.
The Row y el quiet luxury o lujo silencioso
Las prendas de The Row están concebidas como piezas únicas y must have para crear un fondo de armario elegante y sencillo (no asequible para todos los bolsillos). Sus colecciones son minimalistas, discretas, sin nada de estampados ni colores que llamen la atención ni distraigan de los tejidos impecables.
Además, sus tiendas son una auténtica maravilla, verdaderos templos para los amantes del arte y de la arquitectura, en las que tampoco encontramos rastro alguno de las Olsen. Si estás por Los Ángeles, Londres o Nueva York, te aconsejamos que visites uno de sus espacios, aunque tienes que buscarlos muy bien o pasarán desapercibidos. The Row consigue que hasta el simple hecho de visitar sus tiendas físicas se convierta en una auténtica experiencia de lujo.
Mary Kate y Ashley Olsen han conseguido ser las reinas del quiet luxury o lujo silencioso con The Row. El misterio de la vida de las hermanas se ha trasladado a su marca, mostrando que son capaces de crear exitosas colecciones desde la total discreción. Tanto es así, que hace unos días, en la última edición de la Fashion Week de París, presentaron su última colección y prohibieron la entrada de dispositivos móviles al desfile. En la era de “si has estado y no lo enseñas en Instagram, no has estado realmente”, The Row ha conseguido ser el desfile más viral de la semana de la moda sin que tengamos una sola imagen de él. Los fans incluso se preguntaban en redes sociales si verdaderamente se había celebrado el show. Eso sí…ya que los invitados no podían hacer uso de sus móviles, la marca les proporcionó libretas y bolis, recordándonos al más puro estilo de los primeros desfiles de Balenciaga o Coco Chanel en París, en los que las invitadas anotaban el número del look que querían comprar.
¿Son las Olsen las verdaderas reinas del lujo silencioso o unas auténticas genios del marketing?
