Gandia Blasco en sus orígenes habla de textil para convertirse tiempo después en un
referente en mobiliario de exterior en todo el mundo con una fuerte identidad
arquitectónica. Na Xemena es la primera colección de mobiliario que permite la
diversificación en esta línea de productos.
Andar por Nueva York y encontrar su sede corporativa en Soho confirma que tus raíces
suman y el encanto multiplica. El Mediterráneo contextualiza a la marca en lo que hoy
es: Frescura. Su trayectoria hasta su actual director creativo en materia de mobiliario
exterior, Daniel Germani, construye un hito para muchos y revela que esta es otra
prueba del compromiso con la excelencia que la empresa presidida por José A.
Gandía-Blasco, Director Creativo de la misma, tiene en todas sus marcas.
Estos componentes hacen que hoy podamos hablar de Gandia Blasco con admiración.
Sus colores, aluminio y blanco, son la insignia estética de las colecciones de la marca
permitiendo transmitir la cal, la espuma del mar, la luna de agosto y el blanco de la luz
mediterránea pero este año Gandia Blasco amplía su gama cromática y se lanza a
colores tales como grises, verdes, azules y tierra. Tonos inspirados en la naturaleza
Mediterránea, con paisajes formados por rocas, plantas, agua, y arcilla. Estos
componentes hacen que hoy podamos hablar de Gandia Blasco con admiración.
“El azul es mar, es cielo, es libertad, es un velero surcando el océano, es frescor y es
acero. Es arquitectura y es naturaleza, es hielo y es Islandia. Los tonos elegidos tienen
intensidades distintas con matices de negro y gris que relajan la saturación hasta
hacerlos camaleónicos en el entorno.
El verde es tradición, es calidez y es cercanía. Es británico y es interior, en el exterior;
es vegetación y es clásico, en el presente. Con el espectro más cálido del tono se han
seleccionado colores y tapicerías que dibujan fronteras indefinidas entre el verde y el
amarillo.
Los tierras son barro, son imperfección, son pasado revisado. Son textura y olores
encerrados en el color. Son crudos y viscerales. Las referencias desarrolladas evocan
luces terracotas y oscuros marrones nocturnos. Tonos presentes en nuestro entorno
más íntimo: la casa de nuestra memoria.
Los grises son pétreos, estables, discretos. Son el servicio secreto, son felinos y
afilados, pero no los ves si ellos no quieren. Los tonos propuestos representan matices
destilados de otros colores, pero a través de una discreta y singular apuesta gris.”