Cómo mejorar tu piel a través de la nutrición.

En la búsqueda de una piel perfecta, estamos dispuestos a comprar la última y novedosa crema antiarrugas, o el suero que nos hará tener un piel más luminosa.

Pensamos que las cremas son pociones mágicas que mantendrán nuestra piel joven y radiante, y si, pueden ayudar, pero la verdad es que el envejecimiento comienza en el interior. Estas no serán muy efectivas si nuestro cuerpo no está bien nutrido.

Afortunadamente, el secreto para una piel sana, firme y libre de imperfecciones, no proviene sólo de una crema. La solución se encuentra al alcance de todos y es tan sencillo como tener una la lista de la compra adecuada y nutritiva.

La piel es un reflejo de lo que sucede en nuestro organismo, por lo que nutrir nuestro interior es más importante que lo que apliquemos de forma tópica en nuestro cuerpo.

Las hormonas, los niveles de inflamación y la salud intestinal, influyen en el envejecimiento prematuro de las células. Comer alimentos de baja calidad como harinas refinadas, azúcar y ultraprocesados, son los causantes de algunas afecciones del aspecto opaco de la piel. Junto con la nutrición, el estrés y la falta de sueño, también tienen un papel fundamental en el aspecto de nuestra piel y de cómo envejece.

La piel está formada por tres capas distintas, el colágeno y la elastina son las proteínas estructurales que proporcionan resistencia y elasticidad a esas capas. A medida que envejecemos, la producción de estas proteínas disminuye. Si a esto le añadimos una dieta poco nutritiva, y otros factores como el tabaco y el estrés, aceleraremos este proceso.

Entonces, ¿Qué podemos hacer para tener una piel más luminosa y joven? 

A continuación, os enumero los sencillos “trucos” para conseguirlo:

  • Consumo adecuado de proteínas de calidad: carnes y aves de pasto, a ser posible, así como de pescado, preferiblemente salvaje. De esta forma, nos aseguramos un adecuado suministro de aminoácidos para la formación de colágeno. Es importante consumir una ración de proteína en cada comida.
  • Incluir alimentos ricos en magnesio: Esencial para la reparación del ADN. Lo podemos obtener de verduras de hoja verde oscura, cacao puro, nueces y semillas.
  • Dosis de vitamina C: Gran antioxidante que combate los radicales libres y ayuda a utilizar la progesterona de forma más eficiente. La encontramos en crucíferas, pimientos, fresas, naranjas y kiwi.
  • No olvidar el azufre: Es necesario para la formación de colágeno y glutatión. El glutatión es el antioxidante más poderoso del cuerpo producido por las células. Además, es defensor contra las arrugas provocadas por daño oxidativo. Lo encontramos en la familia de las crucíferas: coliflor, brócoli, coles de Bruselas, así como espárragos, ajo y cebolla.
  • Tener en cuenta el zinc: Otro mineral importante para la síntesis de colágeno y  protección de tejidos. Para mantener una piel firme y luminosa, incluye marisco, semillas de calabaza, champiñones y sésamo en tu dieta.
  • Dosis de vitamina A: Ayuda a la renovación celular y a promover un brillo saludable en la piel. Obténla de los boniatos, las verduras de hoja verde oscura, zanahorias y calabaza.

Por otra parte, necesitamos unos niveles equilibrados de estrógenos, progesterona y testosterona.

El estrógeno aumenta la producción de colágeno y mejora la elastina, reduciendo así las arrugas. La progesterona aumenta la firmeza y elasticidad de la piel, y la testosterona aporta colágeno y elasticidad. Eso si, un exceso de la misma puede provocar acné.

También hay que destacar la importancia de la grasa en nuestra dieta. Debemos evitar las dietas bajas en grasa, la grasa buena es importante para una piel radiante y saludable. Entre las que destacamos: Ácidos grasos omega 3 EPA y DHA, importantísimos, aceitunas, aguacate, frutos secos y aceite de oliva virgen extra, a ser posible de primera presión en frío.

No menos importante, como se ha comentado anteriormente, es la gestión y diminución del estrés y dormir lo suficiente.

Esta es la receta secreta, o no tan secreta, de una piel radiante que todos podemos seguir.

Fácil, ¿Verdad?

Verónica Sobrino (@vnutricion)

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